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El libro que te espera

 

Nuestra Biblioteca del sentir también quiere abrir las puertas de su Museo de la lectura a todos aquellos que, por distintos motivos, no se han enamorado de la lectura, a todos aquellos que no se han envuelto en sus pócimas de dulzura, misterio, fantasía y vida.

 

Prepárate para un nuevo viaje dentro de nuestro Museo de la lectura, viaje que deseamos que te lleve a abrir las puertas del libro que te espera.

Mucho más importante que recomendar libros es fomentar el amor a la lectura.

Burrhus Frederic Skinner

 

Leer sin abrir los libros

 

Lo primero que te sugerimos es que no leas todavía ningún libro, ni de los fragmentos que aquí verás escritos ni de otros sitios. Te estarás preguntando, ¿cómo empezar sin abrir las páginas de un libro? Espera que la ilusión y la curiosidad te lleven de la mano; será el entusiasmo y la pasión las que hablen. Ten paciencia, poco a poco irás descubriendo los encantos de la lectura a medida que te adentres en el museo, y descubrirás que el acto de leer es mucho más que abrir un libro. Ahora olvídate de objetivos y disfruta de los pasillos, estantes y escondites que a continuación el museo te muestra.  

Imaginando el sentir

 

Déjate llevar por las alas de la imaginación mientras lees esta propuesta de Imaginado el sentir. 

 

Imagínate que ahora mismo te encuentras en un lugar que te da vida; por ejemplo, caminas por una playa de arena blanca con pequeñas islas de roca, decoradas con arcos desde los que vislumbrar el horizonte, sin pensamientos que golpeen la orilla de tu sonrisa. Solo estás tú y ese rumor del mar, ese batir de olas que te envuelve y te arropa en sales de tranquilidad, relajación y sentir. En esa playa los olores te hacen cosquillas, la brisa del mar te acaricia y el sol te mira. Y con todos ellos caminas por la orilla, sintiendo la tranquilidad repleta de vida, dejando que las huellas del sentir vayan dejando sus pisadas en la playa, mientras tú estás refugiado/a dentro del sonido de las olas, oliendo las fragancias del mar, tocando el frescor de la arena, observando ese paisaje de arcos e islas de roca y escuchando el silencio que nace de esa experiencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pues bien, ¿qué sentías al imaginarte esa playa?, ¿la has visto con todas tus fuerzas? Si la has imaginado, y sentido sus caricias, ¿qué relación tiene con la lectura y también la vida? Puede que encuentres respuestas diferentes a las que nosotros proponemos; si es así, será un placer que nos las escribas.

 

La lectura y otros rincones de Nuestro espacio (Aprender sintiendo, Nuestro espacio de ocio...) necesitan un estado parecido al que en esa playa se pinta. Sin ese silencio y tranquilidad difícilmente tus pasiones encontrarán su propia melodía de lecturas que te esperan para seguir vivas.

 

En la lectura se necesita sentir e imaginar lo que lees, a tu manera. No tiene por qué ser como el escritor plantea, no caigas en las imposiciones de lo que alguien diga, deja que tu corazón cuando lea también escriba, dibuje; deja que sea él el que también pinta. Todo eso no nace en un solo día, requiere de esa tranquilidad que la playa te transmitía, y no estar poniéndote metas de deberías, no se trata de deber sino de sentir, y los sentimientos brotan cuando la relajación es la que camina, cuando has dejado de pensar y te has dejado llevar por las emociones que de esa playa nacían. Deja que las huellas del sentir que has dibujado en la playa sigan recorriendo este museo y no dejes que los miedos, obligaciones y etiquetas, (como cuando alguien diga "soñadores"; en ese caso recuerda: “soñadores los que están vivos, muertos los que no sueñan”) te alejen del libro que te espera. 

 

Imaginando el sentir

Fragmentos a la deriva (I)

 

La siguiente propuesta la encontrarás a lo largo de toda la sección de El libro que te espera. Nos servirá para detenernos y saborear lentamente la parte incompleta del fragmento de un libro, para releerlo y dejarte con el misterio, en lugar de pasar sin interrupciones a lo que va a ocurrir en ese momento y dar paso al siguiente fragmento.

 

"Dejaron atrás la ciudad, corriendo a través de los campos, y al fin se pararon en seco bajo el puente del ferocarril. La luna asomaba detrás de las lomas y las praderas temblaban bajo el abrigo del rocío.

 

¡BUUUMMMM! El tren de la feria tronó sobre el puente. El órgano gimió. Jim alzó los ojos.

 

- ¡Nadie lo toca!

- ¡Jim, déjate de bromas!

- ¡Por mi madre, mira!

 

Unos estallidos tremolaban en los tubos del órgano, que se alejaba más y más, pero no había..."

 

Más adelante seguirás descubriendo lo que sucede.

 

Con esto pretendemos que te concentres en lo pequeño e ir generando las ganas de saber qué ocurrirá luego. Para ir fomentando la curiosidad por leer es necesario despertar misterios, y también descubrirlos; en otras palabras, averiguar qué tipo de lectura es la que hace latir a tus sentidos. Además de ir adquiriendo con esta propuesta hábitos que te hagan sentir lo que estás leyendo, más adelante te contaremos otras intenciones que perseguimos... 

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