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Ningún día en vano...

 

¿Has sentido alguna vez esa sensación de vivir, sin saber qué rumbo has cogido y cuál debes seguir tomando? ¿Adónde te están conduciendo las decisiones y vivencias de hace seis años? ¿De pasar día tras día con la sensación de no estar protagonizando tu vida? Cada día tiene derecho a ser vivido y sentido, a transcurrir con propósitos para nuestra evolución.

 

A través de este espacio pretendemos entrenar nuestra capacidad para valorar y elegir las oportunidades de crecimiento que se nos presentan día tras día y, que en ocasiones, no nos resulta fácil de apreciar. Que seamos, en definitiva, quienes creamos nuestras vidas.

 

¡Éscúchate! ¡Cuestiónate! ¿Qué has aprendido hoy?

 

Si no aprecias el camino, ¿realmente te gusta el destino...?

 

Debido a distintas circunstancias y sensaciones, en estos días he llegado a esta cuestión, puede que ya ustedes se la hayan planteado, y tengan su punto de vista...(que me gustaría conocer) pero ahora ha sido mi momento.

 

Y es que, en muchas ocasiones, nos limitamos a caminar, caminar y seguimos caminando sin pararnos a pensar si lo que nos espera o a donde queremos llegar es realmente donde nos gustaría estar, si ha nacido de nosotr@s o de nuestro entorno, si ese motor que nos impulsa es actual o viejo. Quizás esa sea la magia del camino, que te ayuda a definir tu objetivo, mientras concluyes su definición puede que te definas tú, y justo ahí podrás seguir en la misma dirección o por el contrario tener el coraje de caminar por otros senderos...

 

En mi opinión, el destino es inherente al camino, te ayuda a considerar desde varias perspectivas lo que en este momento anhelas, con paciencia y distancia, realmente es él, el eterno protagonista, el que día a día nos cuestiona. Deseo que sea él, el camino, tu verdadero amigo.

Hoy he aprendido que el número de años si se quiere es lo que menos marca nuestro calendario...

 

Que nuestra existencia responde a nuestras fronteras, y que si lo deseas, puedes acabar con ellas...

“El cielo estrellado ofrece

infinidad de posibilidades, pero el ser humano,

      en su ansia de controlarlo todo,

          lo ordena en constelaciones,

              encajonando así

               los sueños de sus

                 espectadores”

Basta con sentarse a esperar para comprobar la cantidad de personas que pasan por pasar cerca de donde tú estás... siempre ha llamado mi atención la cantidad de personas que existen y que por alguna u otra razón no conozco ni llegaré a hacerlo, me pregunto por qué unas sí y otras no, y de las que sí , por qué a veces no...

 

Todas y cada una de ellas, con algo que aportar y compartir a nuestra existencia...

 

Todas y cada una de ellas, con su historia, con sus errores, con sus temores...

 

Todas y cada una de ellas con sus preocupaciones, y expectativas, con sus risas y pasiones...

 

Todas y cada una de ellas, en ocasiones, sin preguntarse por ellas mismas... eso que hago yo, desde mi humilde balcón...

 

Tú decides, ¿vives o posas?

 

 

Últimamente me he cuestionado acerca del sentido que tenemos por vivir en sí, a quién queremos responder cuando no vives para y por ti...

Soy consciente de que somos seres sociales por naturaleza, queremos integrarnos y agradar a nuestros semejantes, así perdurar y sobrevivir en este bello planeta. Pero ¿todo es válido para lograr este fin? ¿el fin justifica los medios?

 

Hablo desde mi percepción y experiencia como una chica joven, en ocasiones, compruebo cómo anteponemos las necesidades y deseos de otras personas, nos dejamos llevar por la apariencia desconociendo lo que ella acarrea. Hipocresía en primer término, si quiero agradar me fuerzo en pulir todo aquello que pueda sobresalir de los parámetros sociales preestablecidos a pesar de que sea un sacrificio, me desagrade o genere en mí dolor. Ejemplos hay muchos... salir en tacones aunque nos dificulte el andar, ropas ceñidas sin poder desplegar nuestros movimientos con naturalidad, no defender nuestro punto de vista, depilación, maquillaje... y todo esto "ayuda" a configurar una imagen de ti misma, contigo y con el resto, llegando incluso  a dudar de tu identidad si no casas con las premisas femeninas predominantes. ¿Y qué genera? Muchas veces inseguridad, infelicidad...

Despojémonos de todas las etiquetas, de los "deberías", del "qué dirán", seamos nosotras mismas, vivamos y disfrutémonos con lo que somos, y con todo lo que podemos aportar...

 

Es una lástima, que tengamos que relacionarnos con apariencias, con poses premeditados ausentes de espontaneidad, de creatividad... y es que tú eres la que decides si vives o posas, dependerá del grado de compromiso que tengas con la vida.

 

 

 

 

 

Nadar en el silencio (I)

 

Antes de comenzar con esta propuesta, es fundamental que tengas claro que no pretendemos atacar a nadie, solo sacar nuestro potencial para seguir creciendo y sentir más el día a día que delante de nosotros tenemos.

 

Aprender a nadar en el silencio, ¿es posible hacerlo?, ¿no son solo palabras pintadas en verso? No, ni mucho menos, es el corazón que habla desde dentro.

 

Seamos sinceros, ¿cuántas veces huimos de la soledad y encendemos esto u aquello (llamémoslo televisión, ordenador o...? En pocas palabras: nos distraemos. ¿Acaso creemos que al alejarnos algo superaremos (ya sean miedos, problemas o ese run-run que nos mata por dentro...)?  ¿No será al contrario, que siguen estando ahí y más pasivos nos volvemos?

 

Piensa por un momento, ¿qué haces, normalmente, cuando a tu alrededor hay silencio?, ¿buscas rápidamente un entretenimiento? Es más, seamos honestos, ¿muchas veces no hacemos las cosas para entretenernos? ¿Esa tendencia no nos aleja de saber estar en...? ¿Y por qué sería necesario aprender a estar en silencio, o en otras palabras aprender a nadar en su océano?  ¿Cómo no romper, gritar, callar, pasar, no entendernos... si no aprendemos sobre todo esto?

Más adelante seguiremos, si tú quieres, aprendiendo juntos a nadar en el silencio. Ahora solo queríamos que reflexionaras sobre la importancia o no de hacerlo.

 

Antes de seguir profundizando en esta propuesta, consideramos necesario adquirir la actitud mental que se dibuja en la propuesta de Imaginando el sentir, que está dentro de nuestro Museo de la lectura, concretamente en El libro que te espera. 

 

¡HAPPY HOLI!

Porque la vida es puro color, y en ocasiones se nos olvida... todos los días tienes en tu mano el pincel con el que colorear alegría, hoy he descubierto que ¡soy todos a la vez y todos me combinan!

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