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Nuevas publicaciones de El libro que te espera (Museo de la lectura)

 

 

La fantasía de los sentimientos:

 

Antes de leer, ¿qué se puede hacer?

 

Antes de leer se pueden hacer juegos que estimulen el amor por los libros, no importa la edad que tengas, jugar es vivir y al vivir desaparece la superficialidad de las edades, porque cuando estás sintiendo el momento las etiquetas se desintegran con la magia del juego. Pruébalo, siéntelo...   En lugar de hablar sin haber jugado primero.

 

Y ahora te pediremos, que te dejes llevar por la imaginación al ver lo que aquí te proponemos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿De qué crees que puede ir el libro al leer el título primero?

 

 ¿Hacia dónde te lleva la imagen de la portada, si dejas de pensar, por un momento, y te la imaginas con la fantasía de los sentimientos? 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

¿Qué querrá decir con esa frase de tienes que aprender a salvarte a ti primero?

 

Te seguimos pidiendo que no leas este libro ni ningún otro que te comentemos, deja que la ilusión y la pasión se apoderen de tu cuerpo y luego hablaremos...

 

Comparte con nosotros esa fantasía dibujada por los sentimientos.

 

    

Leyendo descubrimos nuestro mundo,

nuestra historia y

a nosotros mismos.

Daniel J. Boorstin

 

 

  

Fragmentos a la deriva II: 

 

Te recordamos, que los fragmentos a la deriva te servirán para detenerte y saborear lentamente la parte incompleta del fragmento de un libro, para releerlo y dejarte con el misterio, en lugar de pasar sin interrupciones a lo que va a ocurrir en ese momento y dar paso al siguiente fragmento. 

 

FRAGMENTOS A LA DERIVA

 

"Dejaron atrás la ciudad, corriendo a través de los campos, y al fin se pararon en seco bajo el puente del ferocarril. La luna asomaba detrás de las lomas y las praderas temblaban bajo el abrigo del rocio.

 

!BUUUMMMM! El tren de la feria tronó sobre el puente. El órgano jimió. Jim alzó los ojos.

 

- !Nadie lo toca!

- !Jim, déjate de bromas!

- !Por mi madre, mira!

- Unos estallidos tremolaban en los tubos del órgano, que se alejaba más y más, pero no había nadie ante el teclado. El viento echaba un aire húmedo y helado en los tubos, y hacía la música

 

El tren se había detenido en medio del seco campo de otoño. No había nadie en la locomotora, nadie en ninguno de los vagones, negros bajo la luna, y no se oía otra cosa que los sonidos del metal enfriándose, latiendo sobre los rieles.

 

-Chist- dijo Jim-. Los siento moverse allí.

 

Will sintió que mil escalofríos le subían por la espalda.

¿Te parece que les importará que miremos?

 

 

¿QUÉ HARÍAS TÚ?

 

 

Sigue en tu museo de lectura descubriendo, no te quedes sólo en la sección del libro que te espera, recorre el museo de la lectura, los otros espacios que lo forman, te recomendamos primero Soñar con Palabras, y luego Dándole Vida a los Libros... pero camina por el museo con la receta del sentir.

 

Receta del sentir:

 

Te proponemos que recorras el museo paso a paso, que lo saborees lentamente, que te quedes con las ganas de seguir descubriéndolo, dado que nuestros nervios e impulsos muchas veces nos pueden llevar a consumir las cosas en lugar de sentirlas y disfrutarlas con la pasión que merecen, como por ejemplo el hecho de estar contigo haciendo lo que estés haciendo, en este caso descubrir la biblioteca del sentir, ¿quién nos iba a decir que las bibliotecas sienten?, Y también, que los libros las sienten, ¿y quién se atreve a decir que los libros no están vivos?

 

¿Los fragmentos a la deriva vienen a jugar con nosotros o nosotros vamos a jugar con ellos? (I): 

 

 

Imaginar es ponerle voz a la vida, y es darle vida a los libros, pues eso vamos hacer para estimular la curiosidad por seguir leyendo. Deja que tu imaginación hable, vuela con ella hacia donde te lleve, deja de pensar y siente.

 

 

  ¿Cómo te imaginas el tren de la feria, su forma, colores...?

 

Y el sonido del órgano, ¿te lo imaginas, escuchas su melodía?

 

¿Cómo te imaginas a Jim?, ¿su aspecto físico?, ¿a qué huele? ¿cómo suele ir vestido? 

 

¿Qué sucederá cuando vayan a mirar el tren? 

 

¿Qué se mueve allí?, ¿estás sintiendo e imaginando lo que lees?

 

Leyendo descubrimos nuestro mundo, nuestra historia y a nosotros mismos. Daniel J. Boorstin

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